sábado, 7 de abril de 2018

El buen nombre de los jueces.


El derecho al buen nombre se encuentra consagrado en el articulo 44 de la Constitución de la Republica Dominicana. No obstante en los actuales u un segmento de la abogacía –sin dejar de reconocerle su derecho a la critica fundada– cuando resulta perdidosa en sus pretensiones en justicia, acude a una practica que desdice mucho de la dignidad que debe impregnar a todo profesional del derecho.

Esta practica, la entendemos como la justificación de algunos abogados ante sus clientes que en lugar de analizar los errores cometidos ante los tribunales, deciden salir a dañar el buen nombre de los jueces que deciden en su contra.

Una muestra de lo anterior lo constituye el asedio ejercido por el abogado Julio Cury, en contra de tres ilustres y honorables magistrados de la Camara Civil de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de San Juan de la Maguana.

Nos referimos a los Jueces: Milton Castillo, Ernesto Ramirez Mendez y Loida de la Rosa Beltre. Para hablar de estos jueces primero hay que enjuagarse bien la boca. Estamos hablando de personas que han consagrado su vida al servicio judicial. Estos jueces viven de manera sensilla y humilde e incluso ademas de la labor judicial se dedican a labrar las tierras.

Hablar del magistrado Ernesto Ramirez Mendez, quien es considerado como el mejor Juez del departamento Judicial de San Juan de la Maguana, es hablar de una persona con una moral incuestionable, dedicado a tiempo completo al cumplimiento de su deber y empeñado cada dia en el logro de los objetivos del poder judicial. Durante mas de 17 años ejerciendo como juez, desempeñando las funciones de Juez de Paz del Cercado, Juez de Primera Instancia de Las Matas de Farfan, Juez Presidente del Tribunal Colegiado de San Juan de la Maguana, durante mas de nueve años. Es un juez que goza de una alta reputacion en todo el departamento judicial de San Juan de la Maguana. Se puede afirmar sin temor a equivocarnos que pertenece a una exclusiva élite de jueces denominados verticales, de conducta inexpugnables. Ninguna abogado o usuaria se había atrevido a echar lodo al bien ganado nombre de este magistrado. Solo ahora el abogado Julio Cury –quien se caracteriza por este tipo de acciones– ha tenido la indelicadeza de ensañarse arrojando lodo sobre este honorable Juez.

La magistrado Loyda de la Rosa Beltre, fungió durante mas de doce años como jueza de la Instrucción del Distrito Judicial de San Juan, desempeñando sus funciones de manera impecable, sin que su nombre haya sido cuestionado, ni a lo interno ni a lo externo del poder judicial. Muy por el contrario se caracterizo por ser una jueza fuerte contra los delincuentes. A esta jueza la vemos caminar sola y a pie las calles de San Juan de la Maguana; con la humildad que poca gente tiene, y vivir una vida sencilla y sin bienes que ostentar. Su nombre nunca había sido puesto en tela de juicio.

En el caso del magistrado Milton Castillo, quien se desempeño como Juez Presidente del Tribunal Colegiado de Bani, y posteriormente como Juez Primer Sustituto de Presidente de la Camara Penal de San Cristobal, y ocupa ahora la vicepresidencia de la Camara Civil y Comercial de la Corte. Su honra nunca había sido cuestionada por nadie. Este juez es visto desplazarse en un vehículo que no es lujoso y que tiene mas de 15 años.

Estamos hablando de jueces profesionales de una alta calificación profesional y moral. Por eso lamentamos que un profesional como Julio Cury se preste para dañar las honras de los mismos, ya que con estas actuaciones de manera injusta se erosiona la credibilidad en la judicatura nacional. En definitiva entendemos que Julio Cury, no necesita recurrir a actuaciones tan bajas y viles, sin embargo ese es el derrotero que el ha elegido seguir.

En conclusión, ningún abogado tiene derecho a dañar sin fundamentos la moral de un juez. Actuaciones como las esbozadas previamente no son mas que un vil abuso.